El aspartamo, uno de los edulcorantes más populares del mundo, ha sido considerado un «posible carcinógeno» por dos grupos vinculados a la Organización Mundial de la Salud, aunque sigue siendo seguro para el consumo en los niveles ya acordados.
El sustituto del azúcar, utilizado en productos que van desde refrescos dietéticos hasta yogures sin azúcar y pastillas para la tos, es una combinación de dos aminoácidos: fenilalanina y aspártico.
La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU., que aprobó el aspartame en 1974, recomienda que los productos lleven una etiqueta de advertencia para los fenilcetonúricos, personas con un trastorno genético raro que tienen dificultad para descomponer la fenilalanina.
Aspartamo
El aspartamo es un edulcorante artificial, hipocalórico y aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar. Es un polvo blanco e inodoro.
El aspartamo suele estar presente en aquellos productos clasificados como «light», sin azúcar, o dietéticos, y también se integra en refrescos y zumos, chicles, gelatina, helados, yogures, algunos cereales, sirope, pasta de dientes y vitaminas masticables, entre otros.