Solo el 1% de la población mundial padece esta extraña condición y Escarlen es una de ellas.
Aunque los casos de lunares gigantes melanocíticos o Nevus Gigante Congénito, como el que afecta la niña Escarlen Alvarez, de 10 años, no son tan frecuentes en el país, en el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel (IDCP), atienden casos de pacientes con esa malformación, la cual no tiene cura, los tumores por lo general son benignos, pero requieren mantenerse bajo observación médica periódica.
Solo el 1% de la población mundial padece esta extraña condición y Escarlen es una de ellas.

Los dermatólogos Manuel Cochón Aranda y Mariel Isa, especialistas del IDCP explicaron que los casos de esa naturaleza son pocos pero existen en el país.
Nacen con la persona y brotan con el crecimiento natural del cuerpo, pero que en cada paciente su comportamiento es diferente.
Señalaron que las tumoraciones que presenta la niña están descritas, ya que son lesiones del mismo lunar.
Los doctores Cochón Aranda, quien preside la Sociedad Dominicana de Dermatología, e Isa, señalaron que los casos que se reciben en el Instituto son atendidos, y al paciente se le da apoyo y seguimiento.
Explicaron que los Nevus o lunares melanocíticos están formados por células llamadas melanocitos que son los que producen pigmentos para la piel y se clasifican de diferentes formas, de unión, compuestos, intradérmicos y puede haber otras variedades dentro de los mismos.
Sufriendo un dolor inmenso, picazón y sangrados constantes en toda su piel, Escarlen presenta esta condición en la piel que le tiñe de negro escamoso el cuello, la espalda completa y parte del brazo, además de pequeños puntos distribuidos en su cara y extremidades superiores e inferiores. Su deseo es ser intervenida para eliminarle los tumores que le pican y sangran.
Vive con su madre Rosa y sus hermanitas Isamar y Chanel, rodeadas de extrema pobreza en la comunidad Pajarito, del Ingenio Quisqueya en San Pedro de Macorís.
Sin nevera, estufa o una camita donde puedan dormir. Además, sus escasos recursos no le permiten a Rosa costear la atención médica que su hija requiere. Con lo poco que tienen a veces no pueden siquiera alimentarse.
La entidad Jompéame que atiende casos de personas con necesidades extremas y enfermedades raras, en todo el país, se hizo eco de esta situación y la expuso en las redes sociales, esperando por alguna solución de parte de entidades de salud del Estado o privadas.
Para más detalles pueden escrbir a: info@jompeame.com