Al oponerse a la industria farmacéutica por el tema de los derechos de patente para las vacunas COVID-19, la administración Biden se pronunció a favor de una propuesta en la Organización Mundial del Comercio para suspender las protecciones de propiedad intelectual para las vacunas pandémicas.
En un comunicado este miércoles, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo que las «circunstancias extraordinarias» de la pandemia exigen «medidas extraordinarias». La administración apoya las protecciones de la propiedad intelectual en general, dijo, pero «para poner fin a esta pandemia», también apoya «la exención de esas protecciones para las vacunas COVID-19», reportó Fiercepharma.
La noticia provocó una rápida reprimenda de Stephen Ubl, jefe del principal grupo de presión de la industria farma, quien calificó la medida como un «paso sin precedentes que socavará nuestra respuesta global a la pandemia y comprometerá la seguridad». La decisión «no hace nada para abordar los desafíos reales para obtener más pasos innovadores, incluida la distribución de última milla y la disponibilidad limitada de materias primas», agregó.
Si bien la industria farmacéutica se opuso a la medida, Oxfam y otros grupos elogiaron la decisión. En un comunicado, la directora de Global Trade Watch de Public Citizen, Lori Wallach, agradeció al presidente Biden y a Tai por «dar prioridad a salvar vidas y medios de subsistencia humanos» en la lucha contra la pandemia.
Las vacunas COVID-19 se han implementado en todo el mundo de una manera impresionante en los últimos meses, pero mientras los Estados Unidos ahora tiene un exceso, India y otros países enfrentan una grave escasez. La propuesta tiene como objetivo permitir que los fabricantes de medicamentos locales de todo el mundo produzcan vacunas comprobadas.
Los críticos argumentan que no cumplirá su objetivo previsto. Dado que los productores de vacunas COVID-19 existentes han pasado innumerables horas aprendiendo y mejorando sus procedimientos de producción, los críticos dicen que la fabricación debería dejarse en sus manos. La exención también podría empeorar la escasez de materias primas, dijeron.
Si bien Estados Unidos es sin duda un importante patrocinador de la propuesta, la exención no es definitiva hasta que la OMC llegue a un consenso sobre el tema.
