En un intento por abordar de manera integral los distintos aspectos médicos y sociales de la actualidad, nos vemos en la necesidad imperiosa de comprender y manejar como sistema sanitario los estragos psicológicos de la pandemia causada por el SARS-COV-2 tanto en la población general como en los trabajadores en primera línea.
Los estados de ánimo en los seres humanos son el resultado de complejas interacciones entre factores sociales, psicológicos, heredo familiares y ambientales.
El sistema endócrino y las hormonas influyen directamente sobre el comportamiento de los seres humanos. Las hormonas directamente relacionadas con el comportamiento son la adrenalina, el cortisol, serotonina, hormonas tiroideas, dopamina y las endorfinas conocidas como las hormonas de la felicidad.
Observaciones en nuestra área de trabajo nos permiten asegurar que existe un incremento marcado en los últimos meses de los trastornos del estado del ánimo y del sueño. Manifestaciones como palpitaciones, dolor de pecho, cefalea, fatiga y debilidad general son cada día más frecuentes sin poder demostrar la existencia de una enfermedad estructural.
Los pacientes pueden expresar un profundo estado de tristeza, vacío y desesperanza. Pueden sentirse fuera de lugar y con baja autoestima. Es frecuente una inminente sensación de culpa que le dificulta relacionarse adecuadamente.
Otros signos son falta de apetito, insomnio, irritabilidad, hostilidad, agresión y quejas físicas frecuentes.
Los trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y específicamente la depresión se asocian a una mayor tasa de eventos cardiovasculares del tipo infartos cardíacos, trastornos del ritmo e hipertensión arterial.
La OMS arroja la cifra de más de 300 millones de individuos a nivel mundial afectados de depresión convirtiéndola en el trastorno mental más frecuente. La depresión es la causa número uno de discapacidad a nivel mundial y es más frecuente en la mujer.
Aprender a identificar los factores desencadenantes de la ansiedad, así como la adquisición de herramientas útiles para el manejo de las emociones y la autoestima resultan de interés en la prevención de eventos cardíacos y cerebrales.
Es muy probable que durante los próximos meses tengamos que enfatizar con nuestros pacientes intervenciones multidisciplinarias con colegas psicólogos y psiquiatras que incluyan:
- Terapias sicológicas dirigidas.
- Entrenamiento en técnicas de relajación.
- Entrenamiento en la resolución de conflictos.
- Fortalecimiento del apoyo social.
Siempre ha sido nuestro interés fomentar el manejo multidisciplinar de nuestros lectores y pacientes para un mejor pronóstico médico a corto y largo plazo.
Finalizo enfatizando que buscar orientación y ayuda es siempre de valientes. Se estima que para el 2030 la depresión no tendrá distinción entre los países de altos y bajos recursos igualándose su incidencia por lo que una intervención temprana siempre será oportuna.
Hasta nuestra próxima entrega,
Dra. Jeimy Gómez.
Cardióloga – Internista – Ecocardiografista






























