Después de las tensiones en los precios de los medicamentos, la industria farmacéutica responde negándose a reunirse con la Casa Blanca. La orden de Trump la semana pasada siguió a otras cuatro sobre precios de medicamentos emitidas a fines de julio.
Poco después de que el presidente Donald Trump firmara cuatro órdenes ejecutivas centradas en el precio de los medicamentos, la semana pasada presentó planes para un requisito de «Compre productos estadounidenses» para las agencias federales que compran medicamentos esenciales. Al igual que con las propuestas anteriores de precios de medicamentos, el retroceso de la industria al último pedido fue rápido y severo.
Bajo la nueva orden, el gobierno federal desarrollaría una lista de medicamentos esenciales y luego ordenaría a agencias como el departamento de Salud y Servicios Humanos y el de Asuntos de Veteranos que compren solo en fábricas estadounidenses, indicó este lunes Fierce Pharma.
El plan «crea aún más barreras para la fabricación e innovación biofarmacéuticas en curso», respondió Steve Ubl, jefe del grupo comercial de la industria PhRMA, en un comunicado. Las empresas están trabajando «las veinticuatro horas del día» para ofrecer soluciones a la pandemia de COVID-19, pero cada nueva orden ejecutiva «agrega otro obstáculo, lo que dificulta la lucha contra esta pandemia», dijo. La orden de «Compre productos estadounidenses» de Trump la semana pasada siguió a otras cuatro sobre precios de medicamentos emitidas a fines de julio.
Esos pedidos se centraron en crear descuentos para la insulina y la epinefrina, eliminar los reembolsos, permitir la importación de medicamentos y crear un índice que vincule los precios estadounidenses con los de otros lugares. La industria criticó el índice internacional de precios y luego los representantes farmacéuticos se negaron a asistir a una reunión en la Casa Blanca para tratar el tema.
En una conferencia telefónica con analistas después de las órdenes, el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo que «no cree que sea necesario, en este momento, reuniones en la Casa Blanca».
Tras la última orden, Ubl dijo que los movimientos «se contradicen y socavan entre sí, creando caos en una industria que está en la primera línea de la lucha contra el COVID-19». La administración busca exigir la fabricación nacional y exigir precios más bajos simultáneamente, dijo Ubl, lo que resultará en «una menor inversión en innovación estadounidense» y potencialmente «importantes interrupciones de la cadena de suministro a largo plazo». Los costos laborales en los EE. UU. Son más altos que en India y China, donde se fabrican muchos medicamentos terminados e ingredientes activos.
Mientras tanto, en medio de la atención al aumento de los precios de lista, un nuevo informe de IQVIA encontró que el gasto de bolsillo de los pacientes se ha mantenido estable desde 2014. Solo el 1% de las recetas cuestan a los pacientes más de $125 dólares, según el informe. Los defensores de los pacientes han estado pidiendo precios más bajos y copagos asequibles durante muchos años, aunque la atención pública a los aumentos de precios se intensificó enormemente en 2015 después de una serie de aumentos de alto perfil.
Y luego de una ronda de subidas de precios de los medicamentos a principios de julio, GoodRx registró 25 nuevas subidas de precios hacia fin de mes, incluyendo 17 aumentos de alrededor del 2.5% de Medimetrix el 31 de julio. Takeda también subió varios precios a fines de julio. En total, los fabricantes aumentaron los precios de 67 medicamentos de marca en julio en un promedio de 3,1%, según GoodRx.
