Jurista atribuye auge de demandas a un «populismo mediático».
Los casos de demandas por mala práctica médica han cobrado una notable visibilidad mediática en el país, en los últimos años. Aunque, de acuerdo a consideraciones de un experto en temas legales y manejo de demandas de este tipo, las sentencias muestran que muchas de ellas datan de 2019, 2020 y 2021, lo que indica que el fenómeno no es nuevo, sino que refleja una situación que ha persistido por décadas.
Ginecológos, cirujanos de varias subespecialidades, ortopedas y los anestesiólogos son las especialistas que más han sufrido con y con mayor ligereza, dichos procesos legales.
Así lo afirmó el abogado Omar Leonardo, experto en derecho penal, quien fuera uno de los panelistas invitados al VI Congreso Internacional de Menopausia y Osteoporosis, realizado recientemente en Punta Cana, por la Sociedad Dominicana de Menopausia y Osteoporosis (Sodomos).
«Populismo mediático»
Leonardo expresó durante su ponencia «Estrategias para prevenir demandas médicas«, que para que exista una condena médica debe comprobarse la comisión de una falta, que se haya provocado un daño físico, moral o estético y que haya un vínculo de causalidad.
Agrega que mientras más informado esté el paciente sobre el procedimiento a que va a ser sometido, conocimiento de sus derechos, asimismo van a surgir las exigencias hacia los médicos.
«Por eso yo establezco que de que no nos encontramos en una avalancha de demandas sino una mayor publicidad y si bien es cierto, para eso están los tribunales», nos dice el jurista.
«Si un paciente entiende que se le ha causado un daño, es su derecho acudir delante de un juez para que este juez como tercer imparcial, decida si ese médico actuó bien o actuó mal. No necesariamente los rechazos de demandas que son la mayoría, tienen tanta publicidad como la cantidad de condenas que salen»
Paciente informado
El jurista habló sobre la importancia del consentimiento informado, ya que es responsabilidad del médico informar al paciente sobre todos los riesgos que conlleva su procedimiento médico.
«La ausencia de consentimiento informado es condenable en los tribunales», destacó.
Explicó que el único caso que se exime de consentimientoson los procedimientos de urgencia, porque en una situación así, donde la vida del paciente se encuentra en peligro, lo importante es salvarlo y no rellenar y firmar documentos.
Uno de los aspectos que el socio fundador de la firma Mejía & Leonardo resaltó como vital para la defensa de un médico es que sea un profesional con estudios previos y avalado, que cuente con el equipamiento adecuado y el mantenimiento de rigor en el espacio laboral, así como cumplir con las normas de limpieza, asepsia y esterilización.
«Es muy difícil probar que un médico incurrió en una faltacivil«, declaró.
Esto se debe a que, la premisa es suponer que el galeno nunca quiere hacerle daño a su paciente.
Leonardo expresó que un juez en lo civil solamente puede condenar a un resarcimiento económico y en lo penal puede condenar a una prisión, con sanciones de máximo dos años de prisión, o resarcimiento económico.
El abogado recomendó documentar debidamente en un expediente toda la interacción del especialista con su paciente, creando así un historial de trabajo que se le pueda presentar al juez.
Recomendaciones
Leonardo reconoció que «no existe ninguna acción que prevenga más demandas médicas que el trato médico-paciente«.
El jurista cree firmemente que «el médico que trata bien a sus pacientes, lo demandan menos».
Otra recomendación de Leonardo es la adquisición de una póliza que cubra por daños civiles, penales y morales para que el médico pueda ejercer y sentirse «más tranquilo y protegido».
Omar Leonardo es experto en derecho médico, con más de 15 años de experiencia y socio fundador de la firma Mejía & Leonardo, subraya que aunque existen errores y daños médicos, la mayoría de los médicos actúan con diligencia y profesionalismo. Además, destaca la importancia de que las sociedades médicas y el Colegio Médico Dominicano evalúen la posibilidad de inhabilitar a aquellos médicos con reiteradas sentencias de mala práctica para proteger tanto a los pacientes como la reputación de la profesión.
