
Así lo han explicado en el Simposio Innovara 2025 organizado por Johnson & Johnson. El evento, que ha contado con la presencia de más de 200 especialistas en Reumatología y Dermatología, se ha centrado en la importancia de realizar un abordaje multidisciplinar y en los avances en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad psoriásica.
Madrid, España.-Cuáles son los retos para seguir mejorando el abordaje de la enfermedad psoriásica? Además del diagnóstico diferencial y temprano, y el manejo multidisciplinar, a nivel terapéutico uno de los objetivos es retrasar la aparición de los síntomas articulares y las comorbilidades asociadas a esta enfermedad sistémica crónica no contagiosa que se manifiesta principalmente tanto en la piel (psoriasis) como en las articulaciones (artritis psoriásica).
Tal y como se ha tratado en el Simposio Innovara 2025, organizado por Johnson & Johnson, y al que han asistido más de 200 especialistas en Reumatología y Dermatología, la disponibilidad de nuevas terapias dirigidas ha permitido un control más preciso y duradero de la inflamación, reduciendo significativamente los brotes, ralentizando la aparición de síntomas articulares y mejorando la calidad de vida.
La psoriasis y la artritis psoriásica están interrelacionadas: se estima que hasta un 35% de personas con psoriasis desarrollará artritis psoriásica, que se caracteriza por inflamación de las articulaciones periféricas, el esqueleto axial, las entesis, y afectación de los dedos y la piel. De ahí que se haya puesto de manifiesto el necesario abordaje multidisciplinar que permita determinar un diagnóstico certero de cada paciente.
Según ha señalado la Dra. Anna López Ferrer, dermatóloga del Hospital Universitario de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, «el tiempo medio que transcurre desde la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad psoriásica hasta su diagnóstico puede variar considerablemente, situándose en muchos casos entre los 3 y 5 años, especialmente en aquellos pacientes cuya presentación inicial es predominantemente articular».
Para esta experta, «esta demora diagnóstica se traduce en un impacto significativo en la calidad de vida del paciente, quien convive durante largos periodos con sintomatología persistente, como dolor, rigidez o lesiones cutáneas en diferentes localizaciones, sin un diagnóstico claro ni un abordaje terapéutico eficaz»; un proceso que, ha explicado, «suele estar marcado por la frustración, la ansiedad y el deterioro emocional, afectando su entorno personal, laboral y social».
Importancia del abordaje multidisciplinar y avances en diagnóstico y tratamiento
En palabras de la Dra. María Luz García Vivar, jefa de Reumatología del Hospital Universitario de Basurto, el abordaje de la enfermedad psoriásica es en muchos casos «complejo», al ser de carácter sistémico, pudiendo afectar simultáneamente a la piel, las articulaciones y otros órganos, así como asociarse a diversas comorbilidades. De hecho, para su correcto diagnóstico se requiere «aparte del examen físico, analítica y estudios de imagen, extraer el líquido sinovial de las articulaciones inflamadas, cuando es posible, con objeto de analizar su naturaleza, y si es preciso, hacer cultivos».
Esta situación hace que concurra la necesidad de coordinar la atención de varios especialistas: «La colaboración entre dermatólogos, reumatólogos, médicos de atención primaria, psicólogos y otros especialistas permite ofrecer un enfoque más preciso, eficiente y centrado en las necesidades del paciente», ha afirmado la doctora López Ferrer. Por su parte, la Dra. García Vivar coincide en que este trabajo coordinado permite «optimizar el manejo de los pacientes y el uso de los mejores fármacos disponibles para la enfermedad». Además, agrega la doctora García Vivar, «el hecho de que estos fármacos sean cada vez más potentes, que beneficien varios aspectos de la enfermedad y que sean seguros y fáciles de administrar, favorece la adherencia de los pacientes y su mejor control».
«En los últimos años se está trabajando mucho en diagnósticos muy tempranos, antes incluso de que los cuadros inflamatorios articulares sean evidentes: lo que conocemos como preartritis. Se trabaja en investigar la mejor forma de tratar estos pacientes, especialmente cuando se acompañan de psoriasis moderada a grave. Empieza a haber indicios de que el tratamiento de esta psoriasis con ciertos fármacos pueda evitar el paso de preartritis a artritis psoriásica definida. A esto lo llamamos intercepción y sería la forma más eficaz de modificar el curso de la enfermedad psoriásica», ha apuntado la doctora García Vivar.
Asimismo, la especialista ha recordado que «se sigue investigando la influencia de aspectos genéticos y ambientales, la influencia de la microbiota, los distintos fenotipos o los estados inmunes» y ha apuntado la utilidad que puede tener en este ámbito la aplicación de la Inteligencia Artificial: «Nos puede ayudar con la integración de grandes cantidades de datos para establecer perfiles que nos ayuden en el diseño de fármacos y en la predicción de la respuesta a los mismos».
Formación y sensibilización para una detección precoz
Por último, la doctora López considera que «es prioritario seguir impulsando estrategias que promuevan la detección precoz de la enfermedad psoriásica y su abordaje integral». Para ello, según esta especialista, «resulta fundamental reforzar la formación continuada de los profesionales sanitarios, fomentar campañas de sensibilización dirigidas a la población general y garantizar el acceso equitativo a tratamientos innovadores».
En este sentido, concluye la doctora López Ferrer, «solo a través de una visión global, centrada en el paciente y basada en la evidencia científica, será posible mejorar de forma sostenida los resultados clínicos y psicosociales de esta enfermedad».
































