Dra. Patricia Reyes Ureña. Especialista en Anatomía Patológica, Máster en Medicina Legal y Forense. Docente de la Escuela de Salud Pública, Recinto UASD Santiago.
La salud pública y la justicia social en tiempos de crisis masiva están intrínsecamente ligadas a un concepto fundamental: la dignidad humana. Cuando un desastre, ya sea natural (terremotos, tsunamis, inundaciones, huracanes) o provocado (atentados), ocurre, la magnitud de las víctimas fatales genera una crisis humanitaria que trasciende la emergencia médica inmediata. En este escenario, la Identificación de Víctimas de Catástrofes (IVC) se convierte en una prioridad esencial.
Un proceso caótico, lento o poco fiable prolonga el sufrimiento y obstaculiza la reconstrucción emocional de la sociedad. La falta de información y conocimiento de familiares y amigos víctimas de los desastres provoca situaciones aún más difíciles y complejas, agravadas por el uso inadecuado de los medios de comunicación. Por ello, y considerando que somos un país expuesto permanentemente a riesgos de desastres naturales y otros eventos menos frecuentes, pero cada vez más recurrentes, hemos decidido escribir acerca de esta herramienta, que sin duda resulta vital para responder adecuadamente ante tales situaciones.
En este contexto, el Protocolo Internacional de Identificación de Víctimas de Desastres (IVC) de INTERPOL emerge como una herramienta fundamental. Este protocolo proporciona un conjunto de normas y recomendaciones rigurosas, comprensibles tanto para los planificadores como para los profesionales ejecutores, y adaptables a diversos sistemas jurídicos, asegurando que la identificación sea cierta, comprobada e internacionalmente válida.
¿Por qué la Identificación en Desastres es una Causa de Salud Pública?
La identificación en masa no es solo un proceso legal o forense; es también un imperativo de salud mental y social:
• Proceso de duelo y reconstrucción social: La identificación digna y oportuna permite a las familias cerrar el círculo de incertidumbre y comenzar su proceso de duelo. A nivel social, contribuye a restablecer el orden y la confianza.
• Acto de justicia y humanidad: La identificación rápida y fiable representa un acto fundamental de justicia y humanidad en tiempos de crisis, reafirmando el respeto por el individuo incluso después de la muerte.
Las Cuatro Fases del Protocolo Internacional IVC
El protocolo IVC está estructurado en cuatro fases de coordinación esenciales, dirigidas por un director de la IVC:
1. Zona de siniestro (recuperación): Implica la recuperación sistemática de cuerpos y pertenencias en la escena.
2. Identificación post mortem (PM): Se realiza un análisis forense exhaustivo de los restos en el depósito de cadáveres. Esto incluye la autopsia para determinar la causa de muerte y la recolección de datos forenses, como huellas dactilares, ADN y características dentales.
3. Identificación ante mortem (AM): Consiste en la recopilación de información biométrica y médica de familiares, registros hospitalarios y documentación personal.
4. Comparación de datos: Es el cotejo riguroso y científico de los datos PM y AM para confirmar la identidad con certeza absoluta.
Métodos Científicos para Establecer la Identidad
La certeza absoluta de identificación se basa en métodos primarios y secundarios, priorizando la fiabilidad científica.
Métodos de Identificación Primaria
Son los pilares de la identificación positiva y la clave para la coordinación global:
• Huellas dactilares (necrodactilar): La lofoscopia dactiloscópica se fundamenta en la perennidad, inmutabilidad y diversidad de las crestas papilares. Es rápida, de bajo costo y aprovecha bases de datos extensas, como las de la Junta Central Electoral, la Policía Nacional o el Sistema Automático de Identificación Dactilar (SAID) de INTERPOL.
• Odontología forense: Método primario altamente confiable, utilizado para la identificación y la estimación de la edad. La identificación dental comparativa requiere información ante mortem de calidad y evidencia post mortem suficiente. La precisión de los registros dentales ha permitido identificaciones exitosas donde otros métodos han fallado.
• Análisis de perfiles de ADN: Los perfiles se obtienen de muestras como pelo con bulbo, sangre, huesos largos, molares o músculo esquelético. INTERPOL ha desarrollado el servicio I-Familia, que utiliza una base de datos mundial de perfiles de ADN facilitados por familiares y el software Bonaparte para la comparación.
Métodos de Identificación Secundaria
Se utilizan para complementar la identificación, especialmente en casos donde los métodos primarios no son aplicables:
• Registro de características físicas y antropometría: Se documentan cicatrices, tatuajes, piercings y cualquier otro rasgo identificativo. La identificación facial forma parte de la biometría; aunque no es totalmente fiable debido a factores como el envejecimiento o la cirugía plástica, resulta útil para generar listas de “candidatos” mediante algoritmos.
• Análisis de objetos personales: Los objetos recogidos se examinan para obtener pistas sobre la identidad de la víctima.
Desafíos y el Camino hacia la Dignidad Universal
La experiencia en desastres históricos, como el Accidente de Tenerife (1977) y el Tsunami del Sudeste Asiático (2004), ha impulsado la evolución constante del protocolo. Sin embargo, persisten desafíos cruciales en muchos países:
• Formación y equipo permanente: Es fundamental la capacitación continua y la existencia de equipos especializados para una respuesta inmediata.
• Infraestructura legal y tecnológica: Es vital la promulgación de un Sistema Nacional de Registro de Ácido Desoxirribonucleico (ADN) que coordine los procesos de obtención de muestras biológicas y huellas genéticas. El uso de Tomografía Computarizada Post Mortem (PMCT) avanzada acelera el análisis y reduce significativamente los tiempos de identificación.
Esta herramienta, bien utilizada, puede mejorar considerablemente el nivel de respuesta de los organismos responsables cuando las circunstancias lo ameriten. La herramienta existe y se actualiza de forma permanente; por tanto, corresponde a las organizaciones, y sobre todo a las instituciones de educación superior —como la UASD, a través de su Facultad de Ciencias de la Salud y la Escuela de Salud Pública—, así como al Colegio Médico Dominicano, entre otras, invertir en formación y en la difusión de estas metodologías.
Asimismo, invertir en tecnología y en coordinación es invertir directamente en la dignidad humana universal. La colaboración internacional y los protocolos estandarizados son la base del éxito en las identificaciones masivas. Es responsabilidad de la sociedad y sus líderes apoyar la difusión y aplicación de estos protocolos para construir un mundo más justo y compasivo.
