
Albert Bourla, propone un modelo similar a la OTAN farmacéutica, exigiendo que otros países aumenten su porcentaje del PIB destinado a medicamentos innovadores, en respuesta a la política de precios “nación más favorecida” (MFN) impulsada por Trump.
Mientras el presidente Donald Trump promete reducir la brecha de precios de medicamentos entre EE. UU. y otros países desarrollados con su política de “nación más favorecida” (MFN, por sus siglas en inglés), el CEO de Pfizer, Albert Bourla, propone que el gobierno de EE. UU. lidere un impulso para incrementar el gasto global en fármacos innovadores.
Durante la conferencia global anual de salud de Goldman Sachs el lunes, Bourla comparó este modelo con la OTAN, donde los miembros se comprometen a dedicar el 2 % de su PIB a defensa. Según él, EE. UU. dedica cerca del 0,8 % del PIB per cápita a medicamentos innovadores en los primeros 10 años tras su lanzamiento, frente al 0,5 % de Italia o España, el 0,4 % de Alemania y el 0,3 % del Reino Unido, reporta Fiercepharma.
Bourla criticó que varios países “han estado aprovechándose” durante años y no se habían enfrentado hasta ahora a esta realidad. Además, señaló que establecer precios específicos por medicamento en cada país sería complejo y abriría “vacíos legales”.
Según Bourla, EE. UU. gasta cerca del 0,8 % del PIB per cápita en fármacos innovadores en los primeros diez años. En cambio, Italia y España destinan alrededor del 0,5 %, Alemania un 0,4 % y Reino Unido apenas el 0,3 %
Aunque Trump rechaza los organismos internacionales —incluida la OTAN—, Bourla, presidente de PhRMA, afirmó que EE. UU. ya exige aumentar el gasto farmacéutico en negociaciones comerciales, algo que nunca antes se había planteado. Citó al secretario de Comercio, al representante de Comercio y al de Hacienda, que ya incluyen el tema de precios en esas conversaciones.
El 12 de mayo, Trump firmó una orden ejecutiva para que las farmacéuticas igualen sus precios en EE. UU. al más bajo cobrado en países con un PIB per cápita de al menos el 60 % del de EE. UU. Para Bourla, contener los precios en EE. UU. e incrementar el gasto exterior son dos caras de la misma moneda. Por ahora no está claro cómo implementará el gobierno esa normativa ni cuándo obtendrá mayor claridad. En una ronda de reuniones recientes, explicó que hablaron de ideas generales, pero “sin compromisos concretos”.
Ejecutivos como los de Novartis, Sanofi y AstraZeneca han instado recientemente a la Unión Europea a aumentar el gasto en innovación para evitar desinversiones en favor de EE. UU., en medio de posibles aranceles
Aunque existe la posibilidad de involucrar al Congreso, hasta ahora no hay apoyo legislativo; los analistas de Jefferies consideran muy improbable que la iniciativa MFN avance. Otra vía es el programa piloto de CMMI (Centros de Innovación en Medicare y Medicaid), pero su alcance es limitado.
En su primer mandato, Trump intentó implantar MFN, pero fue anulado por un tribunal por fallos en el procedimiento administrativo. Bourla aseguró que esta vez no buscan “destruir la industria”, sino encontrar una solución viable.
Ante posibles aranceles y MFN, varias farmacéuticas han anunciado inversiones en EE. UU. (Eli Lilly, Merck, Bristol Myers), pero Pfizer camina con cautela: aunque ya invierten en fabricación en EE. UU., Bourla dijo que no tiene sentido anunciar nuevos compromisos en un entorno tan incierto.


































