La bebé de ocho meses, a la que el Gobierno de Italia le había concedido la nacionalidad de ese país, estaba afectada por una enfermedad genética mitocondrial.
La bebé Indi Gregory, que estaba en estado crítico y fue centro de una batalla legal en Inglaterra, murió este lunes en un centro médico, después de que los médicos le retirasen los aparatos que la mantenían con vida, informó el padre, Dean Gregory.
La bebé de ocho meses, a la que el Gobierno de Italia le había concedido la nacionalidad de ese país, estaba afectada por una enfermedad genética mitocondrial, pero los padres pedían que los especialistas siguieran atendiéndola en un centro médico.
El padre informó de que la pequeña murió a las 01.45 GMT y que su madre, Claire Staniforth, «la sostuvo hasta su último aliento».
Gregory y Staniforth, ambos de 30 años, de la localidad de Ilkeston, Derbyshire, que cuentan con el apoyo de la campaña Christian Concern, perdieron su batalla legal ante el Tribunal Superior y luego ante el Tribunal de Apelaciones de Londres.
Incluso el propio Papa Francisco oró este sábado pasado poco después que sus padres perdieran la batalla legal el mes pasado para intentar salvarle la vida y trasladarla al Hospital Infantil del Vaticano en Roma.
El Papa «abrazó a la familia de la pequeña Indy Gregory, a su padre y a su madre, rezó por ellos y por ella y dirigió su pensamiento a todos los niños que, en este mismo momento, están experimentando dolor en todo el mundo, o su vida está en peligro, el riesgo de enfermedades y guerras», dijo un comunicado del Vaticano.
El Tribunal Superior de Gran Bretaña dictaminó en octubre que lo mejor para la bebé era retirarle el soporte vital y rechazó la solicitud de sus padres de permitirle ser trasladada en avión al centro pediátrico Bambino Gesu del Vaticano.
A principios de la semana pasada, el gobierno italiano concedió a la niña la ciudadanía italiana en otro intento aparentemente infructuoso de impedir que los médicos le quitaran el soporte vital y permitieran su traslado a Italia.
Los tribunales consideraron que llevarla a Italia no sería lo mejor para la niña.
Un portavoz de la organización cristiana, dijo que los especialistas habían retirado el domingo los aparatos.
El hospital
La bebé era atendida en el Hospital de la Reina de Nottingham, norte inglés, pero luego trasladada a un centro para enfermos terminales.

































