La Organización Mundial de la Salud advierte que la influenza estacional puede representar un importante riesgo de morbilidad, hospitalización e incluso la muerte para las mujeres embarazadas, los niños menores de 5 años y los adultos mayores. En un contexto de pandemia, la vacunación recobra aún mayor importancia para evitar problemas de salud en estas poblaciones vulnerables.
Las mujeres embarazadas, por ejemplo, están particularmente expuestas a sufrir complicaciones por el virus de la Influenza debido a los cambios fisiológicos en los sistemas cardiopulmonar e inmunitario que se producen en el estado de gestación. A mayor edad de la mujer, más alto es el riesgo de contraer una enfermedad grave y por ende, una hospitalización por infección por influenza.
Según la OMS, la Influenza en las embarazadas puede llegar a causar la muerte del feto, un parto prematuro, bajo peso al nacer o que el bebé nazca con un tamaño inferior a su edad gestacional. Por eso, la vacunación temprana contra la Influenza protege al feto a través de la transmisión de madre a hijo de elevadas concentraciones de anticuerpos.
Diversos estudios demuestran que los niños nacidos de madres que padecieron Influenza durante el embarazo tienen un mayor riesgo de morir durante su primer año de vida.
Los niños mayores a 6 meses y hasta los 5 años también están en alto riesgo de presentar complicaciones graves por la Influenza, simplemente debido a su edad.
En el caso de los menores de edad, existe evidencia que respalda el hecho de que la vacunación también reduce el riesgo de consecuencias graves por la Influenza, que pueden causas hospitalizaciones e incluso la muerte. Un estudio del 2014 publicado en la revista Journal of Infectious Disease, demostró que la vacuna contra la Influenza redujo el riesgo de los niños de ingresar a las Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos por causas relacionadas con esta enfermedad en un 74 %.
Durante la temporada 2019-2020, Estados Unidos registró un total de 188 muertes por Influenza en niños. Esto coincide con el número más alto registrado de muertes por gripe pediátrica reportadas durante una temporada regular de Influenza, que ocurrió durante la temporada de gripe 2017-2018. Casi dos tercios de las muertes se atribuyeron a infecciones por Influenza tipo B.
Por su parte, las personas mayores a 65 años, corren un alto riesgo de presentar complicaciones graves por la Influenza en comparación con los adultos jóvenes sanos. Esto se debe a que las defensas del sistema inmunitario se debilitan con el paso de los años. Se estima que en los últimos años, entre el 70% y el 85% de las muertes relacionadas con la Influenza estacional ocurrieron entre personas de 65 años en adelante. De ahí, radica la importancia de que los adultos mayores reciban la inmunización cada año.
Un estudio del centro cardiológico Mozino de Milán, concluyó además, que a mayor tasa de vacunación contra la Influenza entre la población de más de 65 años, menos contagios, hospitalizaciones y fallecidos por Covid-19. Los investigadores sostienen que se habrían podido salvar más de 2 mil vidas por cada punto porcentual adicional de población de más de 65 años que hubiera estado vacunada. Se habrían evitado incluso cerca de 80 mil contagios, más de 2500 hospitalizaciones y 350 ingresos en la unidades de cuidados intensivos.




































