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Los médicos de familia y la Comunidad de Madrid firman el acuerdo que pone fin a la huelga en atención primaria

Una de las promesas más esperadas son los complementos retributivos para médicos y pediatras, principal punto de choque en los encuentros.
Médicos y pediatras de atención primaria y de las urgencias extrahospitalarias se manifiestan para reclamar mejoras en el primer nivel asistencial el 15 de marzo de 2023. CARLOS LUJAN (EUROPA PRESS).

La Consejería de Sanidad ha prometido una subida de sueldo de 450 euros al mes a todos los profesionales sanitarios después de casi cuatro meses de reivindicaciones.

Se acabó. El 21 de noviembre de 2022, los médicos de familia y pediatras de los centros de salud madrileños decidieron que se plantaban. Irían a una huelga de indefinida hasta conseguir que la Comunidad de Madrid escuchase sus reivindicaciones. Desde entonces, la lucha ha sido día a día: concentraciones cada miércoles, miles de pancartas y consignas, encierros, dos manifestaciones multitudinarias por las calles de la capital y enfrentarse a las descalificaciones políticas. Pero ya está.

Los sanitarios y la Consejería de Sanidad han firmado este jueves un acuerdo definitivo ―tras haber alcanzado un preacuerdo verbal 24 horas antes― que pone fin a la huelga en atención primaria, después de casi cuatro meses de negociaciones, condensados en 15 reuniones. Entre los compromisos alcanzados, la consejería ha pactado una subida de sueldo de 450 euros al mes a los profesionales sanitarios y limitar las agendas de pacientes en todos los centros de salud de la región, una de las principales reclamaciones de los médicos para frenar la sobrecarga de trabajo, señala El País.

“Consideramos que las medidas aprobadas, habladas en el preacuerdo verbal, son el mínimo necesario para que el deterioro de la atención primaria madrileña cese, también el sangrado y la pérdida continua de médicos de familia y pediatras y se pueda seguir preservando una atención de calidad”, ha señalado la secretaría general del sindicato Amyts, Ángela Hernández, al término de la reunión, que se ha prolongado durante cinco horas y media. “Es fundamental que se ponga en marcha lo antes posible [lo acordado] y nos han asegurado que va a ir al próximo consejo de gobierno de la Comunidad y que será implementado en su totalidad en cuanto a medidas presupuestarias antes de la incorporación de los nuevos especialistas de medicina familiar y comunitaria”, ha añadido.

Una de las promesas más esperadas son los complementos retributivos para médicos y pediatras, principal punto de choque en los encuentros, a los que nunca acudió el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

La propuesta inicial del comité en noviembre fue mantener el aumento salarial lineal de casi 480 euros, que la Comunidad de Madrid ya había prometido en la huelga de septiembre de 2020. El acuerdo se incumplió y e incremento se extendió a otras categorías profesionales no deficitarias, como enfermería.

Entonces, la Administración aprobó el concepto de productividad variable, al que denominó tarjeta sanitaria atendida. Con eso, si los médicos y pediatras de un centro de salud quería cobrar el plus, ese centro debía atener a más del 85% de la población que tenía asignada.

Para avanzar en la negociación, el comité de huelga ya rebajó sus líneas rojas hace varias semanas: aceptaban una subida de 400 euros. Finalmente, la consejería promete eliminar la variabilidad y pasar a un “complemento de productividad fija” de 450 euros brutos al mes para todos los facultativos. Si se cumple, ya no habrá centros de salud donde los facultativos no cobren el plus ―44 no lo hacía hasta ahora―, ni tampoco tanta disparidad en lo que cobren unos sanitarios respecto a otros. “Había compañeros que cobraban 70 euros de complemento y otros 200. De media eran 325 euros los médicos de familia y 280 los pediatras”, ha explicado este jueves Hernández, horas antes de reunirse con la consejería.

Otro de los puntos aprobados verbalmente en el preacuerdo son los incentivos para los médicos y pediatras que trabajen en turno de tarde, el de peor cobertura y que siempre se ofrece a los residentes nada más terminar su periodo formativo. El 70% de ellos valora irse de Madrid y uno de los motivos es precisamente este horario. En las reuniones previas, Sanidad proponía abonar un complemento de 380 euros brutos al mes para todos los facultativos que trabajaran por la tarde de lunes a viernes, y calcularon que eso beneficiaría a 2.529 profesionales, aunque luego redujeron la cifra a 560.

Los representantes sanitarios, en cambio, aspiraban a una retribución progresiva según el número de tardes trabajadas: 300 euros por tres, 400 por cuatro y 500 por cinco. La consejería ha aceptado finalmente el plus de 500 euros mensuales para quienes cubran las cinco tardes ―esto se denominan tardes puras―, pero ha reducido a 300 euros el incentivo para quienes hagan tres o cuatro.

Con el plus de productividad fija y el del turno de tarde, un médico que trabaje cinco tardes a la semana en un centro de salud de categoría deficitaria podrá cobrar un incentivo de 950 euros. Además, la consejería se ha comprometido a que en los centros de muy difícil cobertura, por ejemplo los más alejados, haya una reevaluación y una comisión de seguimiento con el comité de huelga para ver el efecto de estas medidas. De no cubrirse las plazas, la promesa de Sanidad es tomar nuevas medidas y aplicar nuevos incentivos para esos ambulatorios.

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